Nuestra finca ofrece 43 habitaciones, entre ellas nueve suites con piscina propia, todas imaginadas por la diseñadora Dorothée Meilichzon.
El ambiente relajado se inspira en la esencia de un refugio vacacional para artistas, donde la madera de olivo pálido y el mobiliario de cuero natural armonizan con una paleta de colores inspirada en el cielo menorquín. Los azules suaves pasan a los amarillos dorados de primera hora de la mañana y a los vibrantes tonos rojizos de la puesta de sol.
El lugar perfecto para alojarse en Menorca, donde amplias habitaciones se despliegan tras cada puerta, algunas con piscina privada, terrazas y jardines. Situado en una ubicación ideal en el corazón de Menorca, sumérjase en la naturaleza y en paisajes idílicos, ya sea disfrutando de un tiempo con amigos o familiares, participando en un retiro de yoga o escapando en una escapada romántica.
En cada habitación, los huéspedes disponen de su propia cafetera espresso para tomar café recién hecho a cualquier hora del día, además de minibar y WiFi. Durante los meses más cálidos, los huéspedes pueden abrir sus ventanas y balcones para disfrutar de la refrescante brisa balear. Para una experiencia completa, se proporcionan prismáticos en todas las habitaciones para explorar la flora y la fauna desde nuestras plataformas de observación.